¿Cómo desinfectar tu cepillo de dientes?

¿Cómo desinfectar un cepillo de dientes?

Limpiar y desinfectar el cepillo de dientes forma parte de la higiene bucodental. La acumulación de restos de alimentos, de dentífrico y de humedad entre las cerdas del cepillo favorece la proliferación diaria de múltiples gérmenes que entran en contacto directo con nuestra boca. 

¿Cada cuánto sueles desinfectar tu cepillo dental? ¿Sabes cómo limpiarlo correctamente después de cada uso? ¿Cuánto tardas en cambiar el cepillo dental o el cabezal de tu cepillo eléctrico? 

Te damos todas las pautas para un correcto mantenimiento y desinfección del cepillo de dientes, según las recomendaciones de los expertos en salud dental. 

¿Por qué es necesario desinfectar el cepillo de dientes?

La principal función del cepillo de dientes es la de eliminar los restos de alimentos acumulados en el interior de la boca después de cada comida. Gracias a esto, limitamos la proliferación de las bacterias y otros gérmenes responsables de la formación del biofilm en dientes y encías. 

¿Pero qué pasa si el cepillo de dientes está sucio? Sin que nos demos cuenta, el cabezal del cepillo puede contaminarse con múltiples bacterias, virus y hongos que se encuentran en el medio que nos rodea, suponiendo un gran riesgo de contaminación para nuestra boca. 

Es importante garantizar que el cepillo dental esté en las mejores condiciones para lograr una buena salud oral, evitando contaminaciones cruzadas durante su uso. 

¿Cómo limpiar el cepillo de dientes a diario?

Después de cepillarte los dientes, no te olvides de limpiar el cepillo para eliminar los posibles restos de alimentos y bacterias bucales que hayan quedado en el cabezal. Para ello, ponlo bajo el chorro de agua del grifo frotando el cepillo con el dedo pulgar para ablandar las cerdas. 

Sacúdelo bien para que no queden restos de pasta ni de alimentos. Revísalo antes de guardarlo o de colocarlo en el vaso para cepillos, de manera que no quede nada de suciedad visible. 

¿Cómo y cuándo desinfectar un cepillo de dientes?

Además de la limpieza después de cada uso, el cepillo de dientes debe desinfectarse con cierta frecuencia para asegurar que está totalmente limpio. Las bacterias y otros gérmenes no se aprecian a simple vista. Si no quieres que estas entren en contacto con tu boca al lavarte los dientes, procura eliminarlos de manera efectiva. 

Existen diferentes formas de desinfectar el cepillo de dientes. Una de las más sencillas es simplemente sumergirlo en agua hirviendo. Para ello, calienta agua y ponla en un vaso, donde sumergir el cepillo durante uno o dos minutos. 

No obstante, el agua hirviendo puede dañar las cerdas e incluso llegar a deformar el mango. Una alternativa muy práctica si no quieres que tu cepillo se estropee es utilizar un desinfectante para prótesis dentales, aunque también puedes preparar una solución casera con agua oxigenada o bien con enjuague bucal. Ambas técnicas de limpieza y desinfección consisten en sumergir el cepillo de dientes durante unos minutos, y basta con hacerlo una vez a la semana. Una vez desinfectado, enjuágalo con agua fría antes de volver a usarlo. 

Desinfección del cepillo dental con enjuague bucal

A raíz de la pandemia provocada por la COVID-19, han surgido nuevas recomendaciones para desinfectar a diario el cepillo dental. Uno de los compuestos más efectivos para la eliminación de virus y bacterias es el cloruro de cetilpiridinio, que se puede encontrar en colutorios o enjuagues bucales. 

Numerosos estudios han demostrado que el cepillo dental podría jugar un papel clave en el contagio y transmisión del coronavirus entre personas convivientes. Para evitarlo, basta con desinfectar el cepillo con un colutorio con cloruro de cetilpiridinio. 

Llena un vaso con un poco de colutorio y sumerge el cepillo dental de manera que el cabezal quede totalmente cubierto. Después de unos minutos, enjuágalo con agua y déjalo secar en un lugar ventilado y protegido de otras fuentes de contaminación.  

¿Cómo limpiar y desinfectar el cepillo dental eléctrico?

Los cepillos de dientes eléctricos precisan de un método de limpieza y desinfección distinto al de los cepillos manuales. Si bien las cerdas y el cabezal se pueden limpiar con las técnicas ya mencionadas, el cuerpo del cepillo debe limpiarse a parte. 

Humedece un paño en agua o en una solución jabonosa, y limpia por completo la base del cepillo. Repite este procedimiento una vez a la semana o cada dos semanas, asegurándote de que el cepillo eléctrico quede totalmente limpio para alargar su vida útil. 

¿Cómo guardar el cepillo de dientes?

Después de la limpieza y desinfección del cepillo de dientes, es muy importante guardarlo correctamente. El primer paso será siempre secarlo, ya que la humedad favorece el crecimiento de bacterias y hongos entre las cerdas del cepillo. 

Para secarlo, sacúdelo fuertemente sujetándolo por el mango para expulsar la mayor cantidad de agua. Luego colócalo en un lugar seguro con el cabezal hacia arriba para que los restos de agua escurran hacia abajo. 

Guarda tu cepillo lo más lejos posible del inodoro para evitar que se contamine. Es importante también mantener los cepillos de cada miembro de la familia separados para evitar contaminaciones cruzadas. 

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¿Cuándo renovar el cepillo dental?

Con el uso diario, el cepillo de dientes se desgasta y es preciso cambiarlo por uno nuevo. La recomendación de los expertos es cambiar el cepillo manual cada 3-4 meses y el cabezal del cepillo de dientes eléctrico cada 2-3 meses como máximo. 

No obstante, si notas que las cerdas del cepillo se han deteriorado, es necesario cambiarlo de inmediato por uno nuevo. También en el caso de haber sufrido una enfermedad infecciosa respiratoria o digestiva, desecha el cepillo justo al terminar dicha enfermedad para asegurarte de que no quedan restos de gérmenes que puedan volver a reproducir la infección. 

Además de limpiar y desinfectar el cepillo, el cambio por uno nuevo resulta imprescindible para mantener una buena salud bucodental. Evita la transmisión de bacterias, virus y hongos con estos sencillos gestos. 

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BIBLIOGRAFÍA

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