¿Cómo dirigir un equipo de farmacia?

Para dirigir un equipo de farmacia, hace falta contar con una figura de liderazgo y, todavía más importante, un personal bien compenetrado. El liderazgo corporativo es la base del éxito. Ayuda a alinear al equipo con los objetivos del negocio, genera un ambiente positivo y reduce los conflictos internos que puedan afectar a la operativa. Por otra parte, invertir en formación continua da la oportunidad de mantener y reforzar la motivación con oportunidades de crecimiento personal.

 

Liderazgo colaborativo en la farmacia

Las farmacias necesitan a una persona que desempeñe el papel de líder, alguien que conozca al equipo, inspire confianza, trabaje junto a ellos y les guíe para cumplir un objetivo común. El liderazgo no se limita simplemente a la asignación de tareas o la gestión administrativa de la farmacia, el objetivo es fomentar un ambiente de trabajo colaborativo entre los miembros del equipo.

Como líder, debe practicar la escucha activa, estar atento a sugerencias e inquietudes del equipo. También debe repartir las tareas de manera clara y equitativa para que todos sepan qué hacer, y mantener una comunicación constante y accesible, estar dispuesto a recibir retroalimentación. Del mismo modo, un buen líder reconoce tanto el esfuerzo de cada persona de manera individual como del colectivo.

 

Cómo alinear al equipo de farmacia con los objetivos

Para dirigir bien un equipo en la farmacia, lo primero es conseguir que todos compartan una misma visión y entiendan los objetivos tanto individuales como colectivos. Si el equipo sabe cuál es su rol dentro de la farmacia, le es más fácil verse comprometido y aumenta su rendimiento personal. Para ello, es importante definir objetivos realistas, distribuir funciones, establecer marcadores de éxito, ser coherente como grupo y mantener la motivación.

1. Definir los objetivos

Los objetivos deben ser claros y alcanzables desde el punto de vista económico y en cuanto a recursos disponibles. Así, el equipo puede trabajar con una meta en mente. El análisis DAFO permite entender mejor la situación actual identificando fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades, ayudando a la farmacia a planificar y detectar áreas de mejora.

2. Distribuir funciones

Cada miembro del equipo debe saber las tareas que se tienen que realizar, cuáles son los plazos de entrega y los objetivos establecidos. Esta dinámica hace mucho más fácil que todos estén en la misma página y que el trabajo se haga en equipo. Es importante contar con métricas claras que dejen ver el progreso y ayuden a hacer ajustes si fuera necesario.

3. Coherencia colectiva

El equipo de farmacia debe estar alineado al interactuar con los clientes. El mensaje que se transmita sobre un mismo producto o servicio no puede ser contradictorio, ya que genera confusión y se pierde credibilidad. Los protocolos deben estar bien definidos y ser comunicados a todo el equipo, sin excepción, para trabajar de forma coherente y unificada.


3. Mantener la motivación

Un equipo realmente motivado se siente más comprometido con la evolución de la farmacia, se obtienen mejores resultados tanto en la gestión interna como de cara al cliente. Se puede medir a través de entrevistas individuales donde exponer inquietudes o sugerencias, cuestionarios anónimos u observando cómo se involucran a diario.

 

Ofrecer formación multidisciplinar continuada

Formar al equipo de farmacia regularmente es una inversión con la que mejorar la confianza de los clientes y aumentar las ventas. Las principales áreas de formación serían patologías y medicación, técnicas de venta, atención farmacéutica, gestión por categorías y protocolos de servicios.

1. Patologías y medicación

Obviamente, todo el personal debe tener conocimiento sobre las enfermedades más comunes, y los tratamientos asociados a estas, para poder hacer recomendaciones en el momento en el que se presente la ocasión.

2. Técnicas de venta

Aprender a hacer venta cruzada, es decir, ofrecer productos complementarios, o proporcionar consejo farmacéutico personalizado a los clientes. No es vender por vender, sino una forma de ayudar a mejorar la salud de quienes visitan la farmacia.

3. Atención farmacéutica

Saber cómo tratar a distintos perfiles de clientes, desde quienes presentan enfermedades menores hasta casos más complejos, como cáncer o esclerosis múltiple, permite al personal de farmacia ofrecer un trato mucho más humano y profesional.

4. Gestión por categorías

Esta formación resulta muy útil para saber cómo organizar los productos de la farmacia en el mostrador o en los lineales, cómo analizar las ventas por secciones y cómo gestionar el stock para mejorar la experiencia del cliente y la rentabilidad de la farmacia.

5. Protocolos de servicios

Todos los miembros del equipo deben estar formados para cada nuevo servicio que ofrezca la farmacia, desde la medición de la tensión arterial hasta la realización de tests rápidos, entre otros. Deben estar guiados por protocolos claros para asegurar tanto calidad como seguridad.

 

Gestión de conflictos en la farmacia

Los conflictos no resueltos pueden tener consecuencias graves para la farmacia, entre ellas: menor calidad del servicio, reducción de las ventas, desmotivación y rotación de personal. Para ello, es importante detectar los problemas a tiempo, intervenir directamente y tomar acciones disciplinarias si es necesario.

Contar con un reglamento interno en el que se incluyan derechos y deberes, procedimientos a seguir y normas de convivencia puede establecer una base para prevenir los conflictos. No está de más que sea el propio equipo de farmacia el que se involucre en su creación para fortalecer el sentimiento de pertenencia y compromiso.

Todo esto ayuda a crear una cultura de equipo, en la que todos los miembros comparten los mismos valores, formas de trabajar y de relacionarse. Así, se trabaja más a gusto, el ambiente de trabajo es saludable, y se favorece la retención de talento comprometido con la farmacia. Esta “identidad colectiva” también tiene gran impacto en la atención al cliente. El buen trato entre compañeros se ve reflejado en las interacciones con los clientes.

 

Preguntas frecuentes

¿Qué factores tener en cuenta para motivar al equipo de farmacia?

Los principales factores de motivación son el reconocimiento del trabajo realizado, tanto en público como en privado, ofrecer formaciones y nuevos retos para generar crecimiento personal/profesional, incentivos económicos, buen ambiente laboral, flexibilidad y conciliación.

¿Cómo fomentar la implicación del equipo de farmacia en las tareas?

Para que el equipo de farmacia esté implicado en su trabajo, deben contar con autonomía. Si tienen libertad para tomar decisiones dentro de sus responsabilidades, hay más compromiso con los resultados y se sienten más valorados. También es importante asignar tareas claras y explicar el propósito que hay detrás de cada una de cara a los objetivos comunes.

¿Qué reuniones se recomienda hacer con el equipo de farmacia?

Lo ideal es hacer reuniones diarias o semanales de no más de 15 minutos para revisar tareas y resolver dudas, otras mensuales o trimestrales para ver si se están alcanzando los objetivos y ajustar estrategias, y reuniones individuales cada 2 o 3 meses para detectar áreas de mejora.

BIBLIOGRAFÍA

https://www.enfermeriaaps.com/portal/wp-content/uploads/2017/07/Importancia-del-equipo.pdf

https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=OUclDAAAQBAJ&oi=fnd&pg=PT9&dq=%C2%BFC%C3%B3mo+dirigir+un+equipo+de+farmacia%3F&ots=sMtrgkuFUl&sig=od4hhB80qW8bPQ0HrBlX9u3todM#v=onepage&q=%C2%BFC%C3%B3mo%20dirigir%20un%20equipo%20de%20farmacia%3F&f=false

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