Puede parecer una tarea sencilla, aunque como padres, a veces puede llegar a ser un reto conseguir motivar a los más pequeños a cepillarse los dientes dos veces al día. Sabemos que inculcarles una rutina de higiene bucal les ayudará a mantener una buena salud en su boca y prevenir problemas habituales en su edad, como las caries y las encías inflamadas, por eso, te damos algunos consejos para que este momento del día se transforme en una experiencia divertida. ¡Juntos conseguiremos que se cepillen los dientes de manera regular!
Ayúdale a entender su importancia
Si tus hijos entienden por qué cepillarse los dientes diariamente es tan importante, habrá más posibilidades de que adquieran el hábito. Suelen ser más receptivos cuando comprenden el motivo detrás de la acción. Háblales con un lenguaje sencillo que puedan entender sobre cómo el cepillado regular les ayuda a eliminar los restos de comida y prevenir las caries, esos “puntitos negros” que hacen agujeros en los dientes, a tener un aliento fresco y una boca sana en general, con dientes fuertes y bonitos.
Puedes usar recursos educativos, como cuentos infantiles que explican lo importante que es la higiene bucal con dibujos comprensibles y divertidos para su edad. Estas historias con moraleja suelen tratar de personajes que no se cepillan y lo que les pasa por no cuidar sus dientes. También hay muchísimas opciones en formato vídeo si así te es más fácil captar su atención. Todos estos materiales están diseñados para ser entretenidos y educativos al mismo tiempo.
Del mismo modo, es importante que se mantengan las conversaciones sobre la higiene dental en cualquier momento, no solo durante el cepillado. Puedes aprovechar cualquier instante, por ejemplo, cuando aparezca un anuncio sobre caramelos o refrescos. De esta forma les podrás hacer recordar sutilmente lo que han ido aprendiendo y ayudarles a interiorizarlo.
Conviértelo en una rutina
Los niños, sobre todo los más pequeños, necesitan repetir las cosas varias veces para adoptar nuevos comportamientos, por lo que el cepillado ha de formar parte de su día a día de manera natural, como vestirse o lavarse las manos. Para lograrlo, te recomendamos asignar momentos específicos para el cepillado que sean fáciles de recordar y no interfieran con otras actividades, como después de desayunar y antes de dormir, así se irán acostumbrando y no tendrán prisa por acabar.
Recuerda mantener una actitud positiva y paciente durante todo el proceso, puede llevar algo de tiempo inculcar hábitos como estos y es posible que muestren desinterés en los primeros intentos. Cómprales un cepillo que les guste, con sus colores o dibujos favoritos, y una pasta de dientes con un sabor agradable a fresa, como la de FluorKIN Infantil, para hacérselo más cómodo.
Habrá días fáciles y otros en los que tus hijos simplemente no querrán cepillarse los dientes. Es clave mantener siempre la calma y ser comprensivos, recordándoles las razones por las que es importante hacerlo sin presionar ni castigar para que estén más dispuestos a participar al día siguiente. Han de percibirlo como algo positivo en lugar de una obligación. Puedes hacerles preguntas como “¿Recuerdas por qué es importante cepillarse los dientes?” y explicarles de nuevo los beneficios en palabras que puedan entender.
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Ver productosHaz que sea divertido
Cepillarse los dientes no tiene por qué ser aburrido si nos ponemos un poco creativos/as. Puedes inventarte canciones pegadizas para el momento del cepillado que incluyan los nombres de tus hijos o proponer juegos con sus juguetes favoritos para que sea una actividad divertida que esperen con ganas. También puedes dejar que te cepillen para que vayan aprendiendo cómo hacerlo.
También puedes hacer concursos entre hermanos para ver quién se cepilla mejor los dientes (no más rápido) y luego premiarlos por ello con puntos en un tablero de recompensas. Cada vez que completen la rutina sin saltarse ni un solo día durante una semana o un mes podrás ofrecerles una pequeña recompensa. Puede ser una calcomanía o algo que no suponga un gasto económico, como elegir la película que veréis todos juntos esa semana o elegir el parque donde ir a jugar por la tarde. Organízalo de la manera más equitativa posible para que sea una competición amistosa.
Lo importante es que dure los dos minutos recomendados por los especialistas dentales para que la limpieza sea efectiva, por lo que podéis utilizar temporizadores con formas divertidas, como frutas o animales, para que los niños vean cuánto tiempo les queda.
Predica con el ejemplo
Los niños son grandes imitadores y si ven cómo sus padres se cepillan los dientes dos veces al día, es más probable que adquieran el hábito. Cepíllate los dientes junto a ellos, enseñándoles trucos para no dejarse ningún hueco, y participa en las actividades divertidas que propongas para que ellos mismos puedan ponerte a prueba. Ellos también pueden premiarte si lo has hecho bien.
Recuerda que el ejemplo no se limita solo al cepillado, sino que también han de acostumbrarse a ir regularmente al dentista. Pueden acompañarte a tus citas o intentar programar las revisiones todos juntos para normalizarlo como una actividad más en familia. Los dentistas están más que acostumbrados a tratar con niños pequeños y tienen una habilidad especial para explicarles las cosas y hacerles sentir cómodos. Además de mantener sana su boca, podrán darles consejos personalizados que les haga todavía más fácil la rutina.
Motivar a tus hijos a cepillarse los dientes puede ser un auténtico desafío por lo que te animamos a ir probando nuestros consejos y verás cómo se transforma en una rutina divertida para toda la familia. Recuerda explicarles las razones por las cuales es tan importante que lo hagan dos veces al día. Sé consistente y haz que sea tan divertido como sea posible y únete a ellos para reforzar el hábito. Con paciencia y constancia, los niños asumirán el cepillado como algo natural en su día a día, asegurando que tengan la mejor salud bucodental posible a largo plazo.