La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad crónica que causa niveles elevados de glucosa en sangre y afecta a unos 130 millones de personas en todo el mundo. Se estima que la cifra pueda aumentar a cerca de 300 millones para 2025. Numerosos estudios han documentado una relación significativa entre la diabetes y la salud bucodental, detectando varias afecciones bucodentales que los pacientes diabéticos tienen tendencia a enfrentar.
¿Qué afecciones bucodentales puede causar la diabetes?
Enfermedad periodontal
Entre los problemas bucales más graves asociados con la diabetes, es habitual encontrarse con la enfermedad periodontal o enfermedad de las encías. Esta condición puede provocar inflamación y sangrado de las encías, además de dificultar la ingesta de alimentos y aumentar el riesgo de infecciones. Puede ocasionar dolor intenso al masticar y, en casos avanzados, la pérdida de dientes. Además, la enfermedad periodontal puede dificultar el control de los niveles de glucosa en sangre, estableciendo un ciclo vicioso en el que la mala salud bucal agrava la propia diabetes y viceversa.
Xerostomía y candidiasis oral
Otra de las afectaciones más frecuentes en personas con diabetes es la sequedad bucal, conocida como xerostomía, que tiene lugar cuando hay una disminución en la producción de saliva con la que mantener la boca húmeda. La diabetes también puede incrementar los niveles de glucosa en la saliva, lo que predispone al paciente a infecciones por hongos como la candidiasis oral. Esta se caracteriza por la presencia de placas blanquecinas dolorosas en la cavidad bucal.
¿Qué síntomas orales han de tener en cuenta los pacientes diabéticos?
Los pacientes diabéticos pueden experimentar una serie de síntomas orales que requieren atención por parte de especialistas. Además de la xerostomía o sequedad bucal mencionada anteriormente, es frecuente padecer queilosis, caracterizada por grietas en las comisuras de los labios. También es relevante la inflamación indolora de la glándula parótida, indicando problemas en la función de estas glándulas salivales importantes para la lubricación bucal, el eritema difuso de la mucosa oral, que se presenta como enrojecimiento extendido en la boca, y la lengua saburral, que se observará con una capa blanquecina o amarillenta en la superficie dorsal de la lengua.
Además de estos síntomas, los diabéticos tienen una predisposición a desarrollar abscesos periodontales, que son acumulaciones de pus cerca de las encías y los dientes debido a infecciones bacterianas, así como pólipos gingivales, que son crecimientos benignos en la encía. Los pacientes diabéticos también pueden experimentar un aumento de la sensibilidad dentaria a la percusión, lo cual indica una mayor susceptibilidad a sentir dolor al tocar los dientes.
Descubre nuestros productos para el cuidado bucal diario
Mantén una boca saludable con rutinas de cuidado diario.
Ver productos¿Qué prácticas ayudan a los diabéticos a cuidar su salud bucodental?
Control de la glucosa
La hiperglucemia crónica, habitual en personas con diabetes mal controlada, puede alterar la fisiología del tejido periodontal, volviéndose este más susceptible a infecciones como la periodontitis. Los niveles elevados de glucosa en la saliva crean un entorno propicio para la proliferación de bacterias, provocando inflamación en las encías, dañando el hueso que sostiene los dientes y dificultando la cicatrización de las heridas en la boca. Un control metabólico dentro de los límites recomendados puede ayudar a reducir el riesgo de padecer complicaciones orales.
Higiene bucal e inspecciones
Prácticas básicas de higiene dental como cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental de manera regular son efectivas para eliminar la placa y prevenir tanto la formación de caries como enfermedades periodontales. Se recomienda incluir en la rutina el uso de enjuagues bucales, que ayudan a reducir la carga bacteriana además de mantener un aliento fresco, corregir la técnica de cepillado para una mejor higiene o utilizar cepillos eléctricos.
Del mismo modo, dedicar unos minutos para inspeccionar la cavidad bucal durante la rutina diaria puede ayudar a identificar problemas a tiempo. Hay que prestar atención a signos como encías sangrantes tras el cepillado o el uso de hilo dental, dolor persistente, sensación de sequedad, presencia de placas blanquecinas o un sabor inusual en la boca.
Visitas regulares al dentista
Es importante que las personas con diabetes acudan al dentista de manera recurrente para chequeos de rutina y limpiezas profesionales. Los pacientes deben informar a los profesionales bucodentales sobre la enfermedad para que puedan tomar precauciones adicionales durante los tratamientos. Con estas visitas periódicas es posible detectar problemas bucales a tiempo y aplicar los tratamientos pertinentes para revertirlas.
Estas consultas permiten educar a los pacientes diabéticos sobre los cuidados bucales, mientras que las limpiezas dentales permiten eliminar la placa y el sarro para prevenir acumulación bacteriana que agrave las condiciones bucales asociadas con la diabetes.
Dejar de fumar
Fumar tabaco agrava la salud de las encías al afectar negativamente a la circulación sanguínea y comprometer la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. También dificulta la cicatrización de tejidos dañados en la boca. Además, el humo del tabaco irrita las encías y contribuye a la acumulación de placa bacteriana, aumentando así el riesgo de caries y enfermedades de las encías. Los dentistas están capacitados para proporcionar apoyo y recursos que ayuden a los pacientes a abandonar este hábito nocivo para la salud.
En definitiva, cuidar la salud bucodental cuando se vive con diabetes disminuye el riesgo de enfermedades como la periodontitis y la xerostomía, que pueden llevar a problemas serios como la pérdida de dientes. Será importante mantener un control estricto de los niveles de glucosa en sangre, junto con prácticas diarias de higiene bucal como el cepillado frecuente y el uso de hilo dental.
Las visitas regulares al dentista ayudan a los profesionales a detectar y tratar con tiempo las posibles afecciones y ofrecer apoyo ante hábitos nocivos como el tabaquismo que agravan las enfermedades de las encías. Teniendo en cuenta esta información y siguiendo estos pasos, es posible gestionar mejor la diabetes y mejorar la calidad de vida de los pacientes.