El tamaño de la lesión suele ser pequeño. Se localiza principalmente en el maxilar superior en la zona anterior, de canino a canino, con una mayor predilección por las mujeres, y es más frecuente en la segunda década de la vida.
Qué es el fibroma osificante periférico
El fibroma osificante periférico suele verse como un crecimiento del tejido blando localizado en la papila interdental. Puede ser pedunculado o de base ancha y suele tener una superficie lisa y un tamaño inferior a los 2 cm.
El color de los fibromas osificantes periféricos oscila entre el rojo y el rosa, y con frecuencia está ulcerado.
Es una patología relativamente poco frecuente, representada por una inflamación reactiva de la encía compuesta por tejido fibroblástico en cuyo interior pueden encontrarse diferentes tipos de tejido mineralizado, reconocibles como tejido óseo, tejido similar al cemento radicular o calcificaciones distróficas.
Este tipo de patología, como se ha comentado anteriormente tiene una frecuencia ligeramente superior en el sexo femenino, y se presenta principalmente en la edad fértil. El fibroma osificante periférico debe situarse en el diagnóstico diferencial con otras patologías benignas asociadas a la presencia de hormonas.
Las causas del fibroma osificante periférico
El fibroma osificante muchas veces se diagnostica clínicamente como granuloma piogénico. Se requiere un examen radiológico e histopatológico para confirmar el diagnóstico si bien pueden pasar semanas o meses antes de que se vea clínicamente y se diagnostique.
La etiología y patogénesis del fibroma osificante periférico aún no ha sido completamente aclarada, pero para muchos autores las hipótesis más acreditadas se asocian a una reacción inflamatoria reactiva por parte del ligamento periodontal correlacionada con la presencia de factores irritantes locales, como la presencia de sarro bajo la línea gingival, la placa, la colocación incongruente de aparatos de ortodoncia o la presencia de restauraciones conservadoras o protésicas con bordes de cierre incorrectos.
Síntomas del fibroma osificante periférico
La primera vez que se detecta un fibroma osificante es por la inflamación de la cara. Estos tumores de crecimiento lento suelen ser indoloros y asintomáticos, pero pueden desplazar gradualmente los dientes o causar reabsorción radicular. En caso de notar una hinchazón en la cara, hay que acudir al dentista lo antes posible para determinar el origen del problema.
Su odontólogo le hará radiografías para determinar la ubicación exacta del tumor y confirmar el diagnóstico.
Tratamiento del fibroma osificante periférico
El tratamiento del fibroma osificante suele requerir una escisión quirúrgica en la que el cirujano bucal extirpa el tumor por completo del tejido. Los tumores más grandes pueden requerir un procedimiento más complejo para reconstruir el hueso afectado. Después de la curación, el odontólogo determinará si es necesario algún tratamiento adicional para restaurar y sustituir los dientes afectados.
La extirpación del fibroma osificante suele resolver el problema. Varios estudios han calculado que la tasa de recidiva oscila entre el 6,7 % y el 28 %. Algunos estudios señalan que la tasa de recurrencia es significativamente mayor en los casos que afectan a los niños. Por estos motivos, es prioritario acudir al odontólogo para realizar un seguimiento periódico.
Al igual que ocurre con muchos problemas dentales, el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado del fibroma osificante pueden proporcionar el mejor recorrido hacia una boca sana. En caso de notar cualquier inflamación o crecimiento a lo largo de las encías o maxilares, debe contactar con su odontólogo inmediatamente.
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