¿Qué es la ortodoncia, para qué sirve y cuál es su importancia?
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La gingivitis ulcerativa necrosante, también conocida como GUNA o ANUG (por sus siglas en inglés), es una enfermedad de origen bacteriano poco frecuente en la actualidad.
El nombre con el que se conoce popularmente a esta enfermedad, Boca de Trinchera, deriva de su incidencia entre los soldados de guerra debido a las malas condiciones higiénicas durante los conflictos.
Adopta la forma de una infección aguda y dolorosa por la que sangran las encías, con necrosis de las papilas gustativas y deterioro de la salud bucal. Según los estudios, en la actualidad está relacionada con el SIDA, ya que la inmunodeficiencia adquirida provoca enfermedades orales en el 90 % de los casos.
La gingivitis ulcerativa necrosante es una enfermedad bucal bastante grave que debe tratarse de manera apropiada y en un tiempo adecuado para preservar los tejidos bucales de daños y patologías mucho más graves.
Mucho más complicada que la simple gingivitis, esta enfermedad ataca el periodonto, causando molestias y dolor en los tejidos blandos, así como sangrado de las encías y halitosis aguda. Afecta predominantemente a individuos de entre 20 y 35 años, y se caracteriza por la formación de membranas que conducen a la ulceración de los tejidos gingivales y a la necrosis de las células que los componen.
El tratamiento de la patología consiste en tratamientos destinados a desinfectar las encías y los tejidos afectados, eliminando la infección y todos los depósitos bacterianos de los márgenes supragingivales y subgingivales.
La gingivitis ulcerativa necrosante es una inflamación dolorosa de las encías, producida por la acción de determinadas bacterias.
Las especies bacterianas Bacillus fusiformis y Borrelia vincentii están asociadas a las lesiones aquí presentadas, aunque no son las únicas.
La proliferación bacteriana de la gingivitis ulcerativa necrosante puede ser desencadenada por los siguientes factores:
El manual de MSD informa de que la infección suele comenzar de forma repentina, con dolor y sangrado de las encías, así como con una salivación excesiva. Algunos de los síntomas clínicos más comunes son los siguientes:
Debido a todos estos síntomas, el paciente tendrá dificultades para realizar actividades comunes como hablar, comer y tragar. Los ganglios linfáticos del cuello también suelen inflamarse en respuesta a la infección.
Cuando hay dificultad para comer y llevar una vida normal, algunas complicaciones comunes son el adelgazamiento, la deshidratación y la pérdida de dientes. Si se ignoran todos estos signos clínicos, las bacterias pueden entrar en el torrente sanguíneo, una condición conocida como bacteriemia.
La propagación de la infección puede ser devastadora. Se afectan múltiples órganos y se promueve el shock séptico, en el que el cuerpo reacciona de forma extrema y se produce una caída de la presión arterial.
Los objetivos del tratamiento son curar la infección y calmar el dolor. Esto se puede conseguir administrando antibióticos, aunque las pautas para la gingivitis ulcerativa necrotizante son las siguientes:
Limpieza profesional: realizada por el dentista de forma lenta y exhaustiva durante varios días consecutivos. La enfermedad suele responder muy bien a la higiene bucal.
Enjuagues orales: el paciente en casa debe realizar enjuagues periódicos con clorhexidina, siguiendo las recomendaciones de su dentista.
Buena higiene bucal: Durante los primeros días, se suele aconsejar al paciente que no se cepille los dientes, debido a la fragilidad del aparato bucal. Tras el enjuague y la limpieza, es necesario cepillar la boca durante el resto de la vida para evitar su reaparición.
La prevención se basa en una dieta sana, una higiene bucal adecuada y la visita al dentista para revisiones periódicas. También es aconsejable hacer deporte y dejar de fumar.
Además, la gingivitis ulcerosa tiene un importante componente psicológico, ya que en muchos casos está relacionada con el estrés. Por ello, a veces es necesario buscar ayuda más allá del ámbito farmacológico para tratar este trastorno.
La gingivitis ulcerativa necrosante aguda (GUNA) es una infección poco común, no contagiosa, de las encías, de aparición repentina. Las características principales son el dolor, el sangrado de las encías y la ulceración de las papilas interdentales (las secciones de la encía entre los dientes adyacentes).
Puede asociarse a enfermedades en las que el sistema inmunitario está comprometido, incluido el VIH/SIDA. La gingivitis ulcerosa necrosante es una infección oportunista que se produce en un contexto de compromiso de las defensas locales o sistémicas del huésped. Los factores que predisponen a la gingivitis ulcerosa necrosante son el tabaquismo, el estrés psicológico, la desnutrición y la inmunosupresión.
En las primeras etapas, algunas personas afectadas pueden quejarse de una sensación de tensión alrededor de los dientes. Para diagnosticar esta afección deben estar presentes tres signos/síntomas: dolor intenso en las encías, sangrado profuso de las encías que requiere poca o ninguna estimulación y las papilas interdentales están cubiertas de úlceras con tejido muerto. La necrosis papilar de NUG se ha descrito como «perforada».
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