Hipersensibilidad dental

Este trastorno se debe a que las terminaciones nerviosas situadas bajo el esmalte y en la base de las encías han quedado expuestas y son más susceptibles a ser afectadas por agentes externos como la comida y la bebida.

Qué es la hipersensibilidad dental

La sensibilidad dental es uno de los trastornos más frecuentes de la cavidad bucal, que afecta a casi el 50 % de la población, pero con intensidades muy diferentes.

El fenómeno se manifiesta con descargas dolorosas, agudas o muy molestas que se producen cuando los dientes entran en contacto con sustancias frías, calientes, ácidas o azucaradas. A veces el aire fresco inhalado o el masticar es suficiente para desencadenar este dolor.

A medida que el esmalte dental se desgasta y la dentina queda expuesta, las terminaciones nerviosas del diente quedan escasamente protegidas y es son sensibles a los cambios de temperatura. Cuanto mayor sea el desgaste de la dentina, más aguda será la hipersensibilidad.

Lo mismo ocurre con la recesión gingival que deja los cuellos al descubierto y provoca la exposición de la dentina a nivel de la raíz del diente.

Las causas de la hipersensibilidad dental

En lugar de sensibilidad dental, los dentistas prefieren hablar de hipersensibilidad dental. Esta afección distingue causas patológicas; así, la hipersensibilidad dental puede ser un signo de:

• Desgaste del esmalte por bruxismo (rechinamiento nocturno), excesiva frecuencia o intensidad del cepillado dental, etc.
• Caries incipiente o avanzada (según el umbral de sensibilidad de cada persona.
• Traumatismos dentales importantes o microtraumatismos repetidos.
• Recesión gingival por un cepillado demasiado agresivo y técnicamente incorrecto, o por inflamación gingival).
• Ciertas terapias dentales (por ejemplo, el raspado) y la cirugía periodontal.
• Variante fisiológica en personas hipersensibles, es decir, con un umbral de dolor bajo.

La hipersensibilidad dental es esa sensación de malestar, y a veces de dolor, provocada por la exposición de los dientes a estímulos físicos (frío y calor), químicos y osmóticos (dulce y salado), y mecánicos (contacto con el cepillo de dientes).

Síntomas de la hipersensibilidad dental

Los síntomas de hipersensibilidad dental pueden producirse de forma esporádica, o bien cada vez que aparece un determinado estímulo.

En cualquier caso, puede ser útil comprobar si se sufre una forma de sensibilidad excesiva.

En este sentido, será necesario consultar a un dentista, solicitando una revisión de la cavidad bucal y sometiéndose a una prueba de hipersensibilidad.

La más común es la prueba del chorro de aire, que se realiza sometiendo primero la zona afectada a un chorro de aire frío y utilizando después una jeringa con agua.

El dentista evaluará la percepción del dolor en función de una serie de parámetros.

Una vez constatada la presencia de hipersensibilidad dental, la actuación del odontólogo se centrará en entender si las causas están vinculadas a una patología, o si la aparición del dolor es consecuencia de una serie de actuaciones incorrectas por parte del paciente.

En función del diagnóstico, el tratamiento puede llevarse a cabo en casa, o con la intervención posterior del dentista.

Tratamiento de la hipersensibilidad dental

Prestar más atención a la higiene diaria y a la limpieza periódica de los dientes puede ayudar definitivamente a reducir el dolor. Sin embargo, a veces es el tratamiento de blanqueamiento dental lo que produce hipersensibilidad dental.

Dicho tratamiento puede ser algo agresivo para el esmalte de los dientes y causar molestias en los días posteriores al tratamiento estético. Es importante cuidar la boca cepillando bien los dientes con productos específicos para dientes sensibles y utilizando un cepillo dental de cerdas suaves.

Además, existen geles en el mercado específicamente diseñados para ayudar a reducir la sensibilidad dental de forma tangible. No se trata de una solución definitiva, sino de un remedio que puede utilizarse para amortiguar la sensibilidad dental temporal, es decir, la causada por el tratamiento de blanqueamiento.

Cuando se sufre de hipersensibilidad dental de forma constante, es necesario tomar medidas para deshacerse de ella de forma permanente.

Una correcta y exhaustiva higiene bucal es y debe ser siempre el punto de partida para evitar no solo la hipersensibilidad dental sino toda una serie de dolencias más o menos graves que pueden afectar a la cavidad bucal. En este caso, sin embargo, debe realizarse con productos específicos que sean suaves para evitar la erosión del esmalte.

Es importante utilizar únicamente cepillos dentales con cerdas suaves o cepillos dentales eléctricos, que pueden llegar mejor a todos los rincones de la boca. Es aconsejable utilizar una pasta de dientes con nitrato de potasio, un agente con acción desensibilizante. También existen en el mercado enjuagues bucales con nitrato de potasio, que pueden combinarse para obtener una protección adicional.

Si el dolor es persistente, es importante consultar al dentista, que puede, si las condiciones son las adecuadas, recomendar la terapia láser: un tratamiento innovador que en la mayoría de los casos consigue eliminar por completo el problema de la hipersensibilidad dental.

Prevención de la hipersensibilidad dental

Para definir un adecuado tratamiento de la hipersensibilidad dental es necesario entender las causas relacionadas a su aparición y eliminarlas.

Para ello, es necesario contactar con un dentista quien hará un diagnóstico y ofrecerá una serie de alternativas para su tratamiento y para prevenir su recurrencia.

Entre las principales sugerencias que se suelen ofrecer está la de prestar atención a la higiene bucal, utilizando únicamente productos adecuados con un bajo impacto abrasivo.

Además, será importante llevar una dieta saludable y realizar revisiones periódicas que permitan valorar la evolución de la salud bucal.