Los cambios físicos y hormonales que tienen lugar durante el embarazo pueden incidir en la salud bucodental de las mujeres. El aumento en la producción de hormonas como el estrógeno y la progesterona puede alterar la composición y el pH de la saliva, así como causar acidez estomacal y vómitos al ralentizar el vaciamiento gástrico. Estos cambios hormonales pueden afectar tanto a la cantidad de saliva producida como a su capacidad para neutralizar los ácidos en la boca.
Estudios indican que las mujeres embarazadas experimentan una reducción en la capacidad amortiguadora de la saliva, lo que crea un ambiente oral más propenso al desarrollo de problemas bucodentales si a estos factores se les suma una higiene oral deficiente y una dieta alta en carbohidratos.
¿Cuáles son los riesgos bucodentales asociados al embarazo?
Formación de caries
El pH salival regula la acidez de la boca y durante el periodo de gestación, tiende a volverse más ácido. Esto disminuye la capacidad defensiva de la saliva para contrarrestar las bacterias, y los vómitos habituales de esta etapa pueden llegar a intensificar el problema. La erosión del esmalte dental generada por la exposición repetida al ácido estomacal, así como la proliferación y descamación de células en la mucosa bucal, crean un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano que aumenta el riesgo de caries.
Por otro lado, una dieta deficiente en nutrientes esenciales como calcio, fósforo y vitaminas A, C y D, sumada al consumo recurrente de alimentos azucarados, también contribuye a la formación de biofilm dental y, posteriormente, a la formación de caries durante el embarazo. Estos déficits nutricionales afectan tanto a la integridad del esmalte dental como a la salud general de las encías y de otros tejidos bucales.
Gingivitis y periodontitis
Uno de los cambios fisiológicos más relevantes que afecta a la salud bucal de las mujeres gestantes es el aumento de la vascularización de la encía, lo cual las hace más susceptibles a la inflamación y a las enfermedades periodontales.
La gingivitis es de las afectaciones más comunes en las mujeres embarazadas. Suele manifestarse entre el segundo y tercer mes de gestación, afectando entre el 60 y el 75% de gestantes. Esto ocurre debido a la respuesta inflamatoria exagerada de las encías al biofilm dental. Las encías inflamadas y enrojecidas pueden volverse más delicadas y frágiles, siendo propensas a sangrar. Esta situación puede agravarse llegando a periodontitis cuando no se trata a tiempo.
Pérdida dental
La pérdida dental, aunque es menos común que la gingivitis, es una condición influenciada por varios factores. Los estudios sugieren que condiciones preexistentes, como la enfermedad periodontal, pueden empeorar y, por ende, aumentar el riesgo de pérdida dental irreversible. La pérdida dental no es un efecto directo del embarazo, sino más bien una consecuencia de factores de riesgo intensificados y cambios en el estilo de vida.
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Ver productos¿Cómo afectan las enfermedades bucodentales a la salud de la madre y del bebé?
Investigaciones recientes han establecido una conexión cada vez más evidente entre las enfermedades bucodentales y las complicaciones obstétricas, subrayando la importancia de prevenirlas y realizar los tratamientos dentales pertinentes durante esta etapa.
Parto prematuro y bajo peso al nacer
Infecciones orales como la gingivitis y periodontitis se han identificado como factores de riesgo para el parto prematuro. Las bacterias implicadas pueden ingresar al torrente sanguíneo, desencadenando una respuesta inflamatoria que contribuye a la ruptura prematura de membranas y al inicio prematuro del parto.
Además, la inflamación periodontal libera mediadores inflamatorios, como citoquinas, que pueden atravesar la placenta y afectar al crecimiento fetal, resultando en recién nacidos con un menor peso al nacer y una longitud fetal reducida.
Preeclampsia
La preeclampsia es un trastorno hipertensivo grave, caracterizado por alta presión arterial y proteínas en la orina, que puede poner en riesgo tanto a la madre como al bebé. Esta condición también se ha asociado con enfermedades periodontales, ya que las bacterias y sustancias inflamatorias de la enfermedad periodontal pueden ingresar al torrente sanguíneo y afectar el endotelio placentario, contribuyendo al desarrollo de preeclampsia.
Hendidura orofacial
Aunque menos estudiada, también se ha identificado una posible conexión entre las afecciones bucodentales y las hendiduras orofaciales. Algunas investigaciones sugieren que la presencia de periodontitis en la madre puede aumentar el riesgo de malformaciones orofaciales en el bebé, como el labio leporino y/o paladar hendido, defectos congénitos que impiden el cierre completo del labio o del paladar.
Diabetes gestacional
Aunque no es causada directamente por la salud bucodental de la paciente, sino que se trata de un trastorno que puede surgir a raíz de los cambios hormonales de las mujeres durante la gestación, la diabetes gestacional puede agravar problemas bucodentales como caries, enfermedad periodontal y lesiones en la mucosa oral. Es necesario llevar un control especializado para prevenir y tratar complicaciones bucales en este grupo.
Todos estos casos están relacionados con la falta o ausencia de revisiones dentales y hábitos de higiene bucal. Las mujeres que no se someten a estos controles y cuidados bucodentales tienden a presentar más complicaciones que aquellas que sí se los realizaron.
¿Cuáles son las recomendaciones para cuidar la salud bucal durante la gestación?
Para mitigar los riesgos bucodentales mencionados anteriormente, es importante que las mujeres embarazadas sigan una estricta rutina de cuidado bucal. Estas son las principales recomendaciones:
Higiene oral rigurosa
Se recomienda realizar el cepillado dental al menos dos veces al día utilizando pasta dental fluorada para ayudar a fortalecer el esmalte dental y combatir las caries. El uso diario de hilo dental permite eliminar el biofilm dental y los restos de alimentos entre los dientes y a lo largo de la línea de las encías. Del mismo modo, los enjuagues bucales ayudan a reducir la carga bacteriana y minimizar la inflamación en las encías, contribuyendo a prevenir la gingivitis y la periodontitis.
Dieta saludable
Las mujeres embarazadas deben asegurarse de consumir adecuadas cantidades de calcio, vitaminas A, C, D y ácido fólico, para la formación y el mantenimiento de dientes y encías saludables. Limitar la ingesta de alimentos y bebidas ricos en azúcar para prevenir la formación de placa y caries.
Visitas regulares al dentista
Se recomienda que las mujeres embarazadas realicen visitas regulares al dentista, sobre todo durante el segundo trimestre del embarazo. Durante estas visitas, el dentista puede llevar a cabo evaluaciones de rutina y tratamientos preventivos como la limpieza dental y el raspado y alisado radicular si es necesario. Se pueden abordar problemas dentales en sus primeras etapas y así prevenir complicaciones más graves. Los tratamientos odontológicos han de programarse preferentemente durante el segundo trimestre o principios del tercero, cuando es más seguro para la madre y el bebé.
Educación bucal
Los profesionales de la salud bucodental deben proporcionar información detallada a las mujeres sobre cómo prevenir problemas dentales durante y después del proceso de gestación. Esto incluye recibir orientación sobre cómo los cambios hormonales pueden afectar a su boca, la técnica más adecuada de cepillado y el uso de hilo dental, así como otras medidas preventivas a tomar. El flúor prenatal suele ser una de las recomendaciones habituales para reforzar el esmalte dental, facilitar la mineralización e inhibir la formación de biofilm dental en la cavidad oral.
Los numerosos cambios físicos y hormonales que tienen lugar durante el embarazo pueden propiciar un entorno favorable para problemas bucodentales como caries, gingivitis y periodontitis. Además, estas complicaciones orales no solo afectan a la salud oral de las mujeres embarazadas, sino que también se asocian con problemas obstétricos. Para minimizar estos riesgos, es importante mantener una rigurosa higiene oral, adoptar una dieta equilibrada y realizar visitas regulares al dentista, donde recibirán la orientación adecuada sobre el cuidado bucodental para prevenir cualquier tipo de complicación.