El alzhéimer es una de las principales causas de demencia en todo el mundo, afectando aproximadamente a un 5% de la población mayor de 60 años . Esta enfermedad se caracteriza por la pérdida gradual de la memoria y de funciones que afecta negativamente a la calidad de vida de los pacientes. Estos síntomas son causados por cambios en el cerebro, como la acumulación de placas de amiloide-β que interrumpen la comunicación entre las células cerebrales y ovillos neurofibrilares de tau que se relacionan con la muerte de las neuronas.
Las personas con alzhéimer suelen padecer más problemas dentales, como caries y enfermedades en las encías, que quienes no tienen demencia.
Teorías sobre la relación entre la salud bucal y el alzhéimer
Investigaciones recientes han encontrado una mayor presencia de bacterias comunes en enfermedades de las encías en los cerebros de pacientes con alzhéimer. Estas bacterias podrían viajar al cerebro a través de la sangre o el sistema nervioso, desencadenando una inflamación que acelere la degeneración cerebral.
Enfermedades de las encías como la periodontitis, pueden causar una mayor producción de sustancias inflamatorias. Cuando estas sustancias llegan al cerebro, podrían contribuir a la formación de proteínas relacionadas con el alzhéimer, como la amiloide-β y la tau.
Además, las personas que tienen el gen APOE-4, conocido por ser un factor de riesgo para el alzhéimer, y que además cuentan con una salud bucal deficiente, podrían tener un riesgo aún mayor de desarrollar la enfermedad. Este gen podría facilitar la entrada de bacterias al cerebro y potenciar la inflamación.
El envejecimiento y su relación con la salud bucodental y el alzhéimer
El envejecimiento, por sí solo, provoca una serie de cambios que afectan a la salud bucodental de las personas, incrementado el riesgo de caries, problemas en las encías y la pérdida de dientes. En el caso de los pacientes diagnosticados con alzhéimer, estos problemas se van agravando poco a poco conforme empiezan a ser menos capaces de cuidar su higiene bucal.
Problemas de masticación y desnutrición
Además de los problemas comunes causados por no mantener una buena higiene bucal, las personas mayores a menudo tienen dificultades a la hora de masticar debido a la pérdida de dientes o el uso de prótesis dentales mal ajustadas. No poder masticar bien puede causar desnutrición, lo que empeora la salud general. En el caso de los pacientes con alzhéimer, esto también puede acelerar el deterioro de su capacidad mental.
Fragilidad en los adultos mayores
Cuando hablamos de fragilidad en los adultos mayores, nos referimos a la vulnerabilidad física y mental que se agrava con la propia edad. En este contexto, la falta de dientes y los problemas en las encías pueden complicar más la situación. En personas con alzhéimer, esto crea un círculo vicioso entre la fragilidad y la mala salud bucodental, que se refuerzan mutuamente y pueden acelerar el avance de la demencia.
Manejo de la salud bucodental en pacientes con enfermedad de Alzheimer.
Dado que la salud bucal influye mucho en la salud general de los pacientes, sobre todo en aquellos diagnosticados con alzhéimer, es importante optar en estos casos por un enfoque en el que participen varios especialistas. Odontólogos, geriatras y otros profesionales pueden trabajar juntos para ayudar a prevenir el avance de enfermedades bucodentales. Además, es clave que tanto los cuidadores como los familiares estén al tanto de las necesidades del paciente en cuidado bucal en cada etapa de la enfermedad para evitar complicaciones.
Este enfoque no solo mejora la salud física y bucodental del paciente con enfermedad de Alzheimer, sino que también beneficia su bienestar emocional y mental, ayudando a prevenir problemas mayores habituales en estos casos, como la desnutrición o el aislamiento social.
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Ver productosMantener una buena salud bucodental para prevenir complicaciones
Dado que la salud bucodental puede estar relacionada con el desarrollo o empeoramiento de otras enfermedades, es importante tomar medidas preventivas a lo largo de la vida para reducir el riesgo de problemas de salud oral. Mantener una higiene bucal adecuada es sencillo, basta con seguir una rutina diaria para evitar la acumulación de placa y problemas más graves, como las enfermedades en las encías.
Cepillado de dientes
Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental con flúor ayuda a eliminar el biofilm dental, prevenir la caries y reducir la inflamación de las encías.
Uso de hilo dental
El uso diario de hilo dental es necesario para limpiar las zonas a las que el cepillo no llega, como los espacios entre los dientes y debajo de las encías. Ayuda a prevenir la acumulación de placa y reduce el riesgo de problemas en las encías.
Enjuague bucal
Incorporar un enjuague bucal en la rutina diaria puede ayudar a reducir la cantidad de bacterias en la boca, prevenir infecciones en las encías y mantener la boca en buen estado.
Visitas regulares al dentista
Ir al dentista de manera periódica es importante para que especialistas puedan detectar a tiempo cualquier problema bucal y recibir tratamientos preventivos que traten la condición antes de que afecte a la salud a largo plazo.
Aunque estudios recientes sugieren que la inflamación causada por problemas dentales, como la periodontitis, podría estar relacionada con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, todavía es pronto para asegurarlo. A pesar de ello, es cierto que esta condición puede complicarles a los pacientes el mantener una buena salud bucodental debido a la pérdida de memoria y habilidades motoras. Adoptar buenas prácticas de higiene bucal y llevar a cabo intervenciones tempranas puede mejorar tanto la salud bucal como la calidad de vida de los pacientes.