Los especialistas en salud bucodental están prestando cada vez más atención a la relación que existe entre la salud oral y el riesgo de padecer problemas cardiovasculares en el futuro. A primera vista puede parecer que estas dos áreas no tienen conexión alguna, en los últimos años han surgido numerosas investigaciones que demuestran cómo infecciones crónicas en las encías, como la periodontitis, tienen un vínculo más estrecho de lo esperado con el desarrollo de afecciones cardíacas.
Cómo afecta la enfermedad periodontal al corazón
La enfermedad periodontal es una inflamación crónica que tiene lugar cuando las bacterias se acumulan en las encías y en los tejidos cercanos a los dientes. Es un problema bastante común en la población que, en los casos más leves, se conoce como gingivitis, que causa enrojecimiento, hinchazón y sangrado en las encías. Si no se trata correctamente, la gingivitis puede avanzar y convertirse en periodontitis, donde las bacterias y la inflamación llegan a dañar los tejidos que sostienen los dientes.
Esta enfermedad puede causar la pérdida de piezas dentales, pero, además, esta condición no solo afecta a la boca. Cuando las encías se infectan, bacterias como Porphyromonas gingivalis pueden pasar a la sangre y llegar a otras partes del cuerpo.
Riesgo de aterosclerosis
Cuando las bacterias orales logran entrar en el torrente sanguíneo, generan una reacción inflamatoria en todo el cuerpo que puede aumentar el estrés oxidativo, un proceso que daña células y favorece la formación de placas ateroscleróticas en las paredes de las arterias. Estas placas se van acumulando con el tiempo, lo que provoca que las arterias se vayan estrechando y se vuelvan más duras.
Este trastorno, conocido como aterosclerosis, hace que la circulación de la sangre sea más difícil, afectando a arterias importantes e incrementando el riesgo de sufrir complicaciones como hipertensión o insuficiencia cardíaca, es decir, que el corazón no pueda bombear sangre correctamente.
Riesgo de infarto de miocardio
Investigaciones más recientes han desvelado que las personas que sufren de periodontitis tienen un 30% más de probabilidades de sufrir un infarto de miocardio, es decir, un ataque al corazón, en comparación con aquellas personas que no padecen esta enfermedad. Este mayor riesgo se debe justamente a la inflamación crónica que causa la periodontitis, afecta tanto a las encías como a las arterias coronarias, que son las responsables de llevar sangre al corazón.
Las placas ateroscleróticas que hemos mencionado antes dificultan la circulación y obligan al corazón a trabajar más para bombear la sangre a todos los rincones del cuerpo. En cualquier momento, esto puede causar obstrucciones que a su vez pueden desencadenar en un infarto de miocardio.
Riesgo de accidentes cerebrovasculares
La inflamación continua en las encías y tejidos de la boca puede facilitar la formación de coágulos sanguíneos, que son pequeñas acumulaciones de sangre y otras sustancias que se agrupan y se vuelven más densas. Estos coágulos también pueden moverse por el torrente sanguíneo y llegar a otras partes del cuerpo, entre ellas, el cerebro.
En el instante en el que un coágulo bloquee una arteria que lleva sangre al cerebro, se impide que llegue oxígeno y nutrientes a las células, lo que eleva el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Según la zona que haya sido afectada, puede provocar pérdida de habilidades motoras, dificultad para hablar, parálisis o problemas de memoria y concentración.
La importancia de las revisiones dentales en la atención cardiológica
Varios estudios han detectado que la periodontitis es un factor de riesgo significativo para las enfermedades relacionadas con el corazón, a la par que el tabaquismo, la presión arterial alta y el colesterol elevado.
A causa de esta estrecha relación, los especialistas sugieren que las revisiones dentales sean parte de los protocolos de atención cardiovascular, de este modo, es posible tratar tanto la enfermedad periodontal como detectar a tiempo posibles consecuencias para la salud cardíaca de los pacientes. Lo más recomendable es que periodoncistas, cardiólogos y otros profesionales de la salud trabajen en equipo. Así, pueden ofrecer un tratamiento integral y personalizado a cada paciente.
El mantenimiento continuado mediante limpiezas profesionales profundas que permiten eliminar el biofilm dental y el sarro, así como las visitas periódicas al dentista, suele ser suficiente para evitar que la enfermedad periodontal vuelva a aparecer. Esto siempre que se lleven a cabo hábitos sencillos, como cepillarte los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental para eliminar restos de comida y biofilm entre los dientes, y llevar una dieta sana que ayude a reducir la inflamación.
Educación y prevención en la salud bucal y cardiovascular
También es importante tener en cuenta que tanto la enfermedad periodontal como los problemas del corazón afectan a tu calidad de vida. Las personas que padecen ambas condiciones suelen experimentar dolor constante y tener dificultades para hacer algo tan cotidiano como comer o hablar, lo que complica su día a día.
Desgraciadamente, muchas personas desconocen el impacto que la salud oral tiene en la salud general de nuestro cuerpo, por lo que es clave contar siempre con las recomendaciones de tu dentista para mantener una buena higiene bucal que prevenga enfermedades cardíacas y otras afecciones generales a largo plazo. La falta de concienciación y educación sobre la importancia de mantener una boca sana es una de las razones por las que muchas personas no toman las medidas preventivas necesarias.
En definitiva, ya son muchos los estudios que demuestran cómo infecciones crónicas en las encías pueden incrementar el riesgo de desarrollar problemas del corazón, como aterosclerosis, infartos y accidentes cerebrovasculares. La relación que se ha encontrado entre la salud bucal y el corazón refleja lo fundamental que es cuidar la higiene dental y visitar al dentista regularmente. Es un paso sencillo con el que no solo te aseguras de prevenir problemas en la boca, sino también de proteger tu corazón y tu salud en general.