¿Por qué es importante cuidar la salud bucodental durante el embarazo?
Los cambios físicos y hormonales que tienen lugar durante el embarazo pueden incidir en la salud bucodental de las mujeres. El aumento en la producción...
Las estomatitis es la inflamación de la mucosa oral, el tejido que recubre el interior de la boca.
Normalmente la inflamación aparece en el paladar, la lengua, el interior de las mejillas y la base de las encías.
Esta inflamación de la cavidad bucal, puede ser dolorosa y provocar un intenso ardor o dolor en la zona de aparición, y suele curarse en una o dos semanas.
La estomatitis puede ser aguda o crónica y afectar a individuos de cualquier edad.
La inflamación puede estar localizada en un punto preciso de la mucosa oral o implicar a esta de forma difusa y generalizada.
La estomatitis puede provocar diferentes síntomas, todos ellos localizados en la cavidad oral: hinchazón, enrojecimiento, en ocasiones úlceras orales (aftas) y sangrado. Los signos de la estomatitis suelen intensificarse al comer, hablar o cepillarse los dientes.
Entre los tipos de estomatitis se distinguen varios tipos:
Si la estomatitis se repite con cierta regularidad, conviene reflexionar sobre los posibles factores desencadenantes, que suelen ser las intolerancias o alergias alimentarias, las carencias nutricionales (por ejemplo, la falta de hierro, ácido fólico o vitamina B3) o las condiciones de estrés elevado.
La estomatitis es una inflamación del tejido que recubre la cavidad oral, por lo que puede localizarse en el interior de las mejillas y en el paladar, la lengua, las encías y/o los labios.
A veces, la estomatitis se asocia a pequeñas úlceras bucales dolorosas. Además, dependiendo de la zona de aparición, puede estar asociada a trastornos secundarios como: gingivitis (encías), glositis (lengua) o queilitis (labios). Si son extremadamente dolorosas, las lesiones que caracterizan a la estomatitis pueden hacer que la ingesta de alimentos sea problemática, provocando deshidratación y desnutrición.
A nivel de la mucosa oral, existen numerosos microorganismos que, por diversas razones, pueden predisponer a la aparición de la estomatitis. Sin embargo, el flujo normal de saliva es generalmente eficaz para proteger la mucosa contra sus agresiones mecánicas, físicas y químicas.
A veces, con la aparición de la estomatitis, se puede destacar una disminución de las defensas naturalmente presentes en la cavidad bucal; este déficit favorece el establecimiento y la proliferación de bacterias, virus u hongos, que pueden ejercer su acción patógena. Esta condición se vería favorecida por carencias nutricionales o trastornos del sistema endocrino.
La estomatitis puede estar causada no solo por infecciones locales, sino también por el contacto con sustancias irritantes (químicas o físicas) o por una reacción alérgica.
Otros factores que predisponen a la aparición de la estomatitis pueden ser de diversa índole e incluyen:
La estomatitis es una inflamación generalmente muy dolorosa, que puede presentarse con ardor, hinchazón, enrojecimiento y ulceración oral (aftas); estas sensaciones suelen aumentar durante la ingesta de bebidas o alimentos.
Además de estas manifestaciones, pueden aparecer otros signos secundarios:
Antes de iniciar el tratamiento, es importante recordar que es fundamental identificar la causa específica que ha provocado la aparición de la estomatitis. El tratamiento de la estomatitis depende, en efecto, del tipo, de la sintomatología y del conjunto de factores que están en el origen del trastorno.
La estomatitis suele tratarse con medicamentos para aliviar los síntomas asociados a la enfermedad:
Algunos tipos de colutorios están especialmente indicados para el tratamiento de la estomatitis, gracias a la presencia de principios activos y componentes específicos eficaces para tratar los signos de la inflamación.
Estos componentes son:
Adicionalmente tiene propiedades antiinflamatorias antisépticas e hidratantes.
El uso de colutorios tiene el objetivo de mejorar la sintomatología y prevenir complicaciones.
Dependiendo de la causa, otros tratamientos para la estomatitis incluyen el uso local de:
En el caso de la estomatitis, es útil tomar ciertas precauciones desde el principio:
La mejor manera de prevenir la formación de vesículas en la mucosa es, sin duda, conseguir una perfecta salud bucodental, especialmente cuando se llevan prótesis o aparatos dentales, y así evitar también la formación de caries y el mal aliento.
Por lo tanto, es importante elegir una pasta de dientes adecuada para la boca y los dientes y elegir un cepillo de dientes con cerdas suaves o semiblandas. Hay que cepillarse los dientes todos los días después de cada comida.
Para prevenir la formación de úlceras, sería aconsejable eliminar, o al menos reducir, el consumo de alcohol y de tabaco en general, pero también limitar el consumo de alimentos ácidos o picantes.
Es aconsejable incorporar a la dieta mucha fruta, verdura y cereales integrales ricos en sodio y sales minerales que pueden ayudar a mejorar nuestro sistema inmunológico y, por tanto, el bienestar de todo el organismo.
Por último, pero no por ello menos importante, es recomendable intentar siempre reducir el estrés, una de las principales causas de la aparición de las úlceras bucales, quizás realizando alguna actividad física para mantener el cuerpo y la mente sanos.
Incluso los niños, por lo general después de los 10 años, pueden verse afectados por la estomatitis, en particular la estomatitis aftosa recurrente y la estomatitis herpética, debida al Herpes Simple, que se manifiestan como molestas ampollas dentro de la boca que pueden causar dolor cuando se rompen. Las causas son las mismas que las de los adultos:
La diferencia entre la estomatitis aftosa y la herpética es que la primera no es contagiosa, mientras que la segunda es muy contagiosa, y basta con un contacto tan simple como un beso. La primera se reconoce por el aspecto característico de las úlceras, incluso en la lengua, mientras que la estomatitis herpética (también llamada gingivoestomatitis) da fiebre y dolor en la boca. La mayoría de los casos se resuelven solos, pero es bueno saber que se trata de manifestaciones recurrentes, incluso varias veces en un año.
En cuanto al tratamiento, si el diagnóstico es de estomatitis aftosa recurrente, no se recomiendan ni los antibióticos ni los antivirales, incluso en los niños, ya que la causa no es directamente atribuible a un patógeno específico. Por ello, el médico sugerirá mantener una higiene bucal óptima y tratar los síntomas, por ejemplo:
La estomatitis herpética, en cambio, requerirá el uso de antivirales, normalmente en forma de pomada para aplicar o, alternativamente, en forma de pastillas, para acelerar la curación.
Utilizar enjuagues bucales específicos, aplicar hielo sobre la piel para adormecer la estomatitis o aplicar una compresa de manzanilla para calmar el dolor causado por la úlcera bucal.
Depende. Si se trata de una estomatitis aftosa recurrente, las aftas pueden pasar sin medicación al cabo de una semana en el caso de las llagas pequeñas, e incluso al cabo de dos semanas si las aftas tienen más de un centímetro de diámetro.
A diferencia de la estomatitis herpética, que tiene un origen vírico, la estomatitis aftosa no es infecciosa ni contagiosa, precisamente, porque no está generada por un virus, sino por otras causas, como un traumatismo, una bacteria o el estrés.
Los cambios físicos y hormonales que tienen lugar durante el embarazo pueden incidir en la salud bucodental de las mujeres. El aumento en la producción...
¿A qué edad salen las muelas del juicio? ¿Y si no me han salido todavía? ¿Es normal que duelan? ¿Hay que operarse para extraerlas? Existen...
Normalmente la inflamación aparece en el paladar, la lengua, el interior de las mejillas y la base de las encías. Esta inflamación de la cavidad...