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La caries es la enfermedad bucodental más frecuente entre la población. Con esta completa guía de lectura, recopilamos toda la información necesaria para prevenir la caries dental en niños y adultos, así como los tratamientos más comunes para combatirla: el empaste y la endodoncia. ¡Descubre todos los detalles!
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El primer paso para poder prevenir y combatir cualquier problema de salud es ir directamente a la raíz que lo produce. La caries dental es una lesión en el diente producida por la actividad de lo que se conoce como placa bacteriana o biofilm dental.
Las bacterias responsables de la placa dental se encuentran de manera natural en la cavidad bucal, pero cuando las condiciones son las adecuadas, se desarrollan y crecen en número, liberando ácidos que dañan el esmalte. ¿Quieres saber más sobre la caries, cómo se produce y cómo tratarla? Tienes toda la información en el blog de KIN.
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El daño que se produce en el diente por la acción de los ácidos liberados por las bacterias cariogénicas se conoce comúnmente como caries. No todas las bacterias de la boca son responsables de esta enfermedad. Pero sí es muy importante mantener una correcta higiene para controlar la multiplicación de estos microorganismos.
Seguir una alimentación rica en azúcares, la sequedad bucal, la ingesta de algunos tipos de medicamentos, y, sobre todo, la falta de higiene bucodental, son algunas de las causas principales de la caries en la población general. Estas causas pueden ser también genéticas, estar relacionadas con determinados hábitos, o cambiar en las diferentes etapas de la vida.
La caries comienza con la formación de placa dental sobre la capa más externa de las piezas dentales. A pesar de que el esmalte es el tejido más duro del cuerpo humano, la acción de los ácidos de la placa lo va dañando poco a poco.
Según la localización y el estado del daño, en odontología se diferencian varios tipos de caries dental. Este daño se puede producir tanto en los dientes de leche, como en los dientes definitivos de niños y adultos. Saber reconocer de qué tipo de caries se trata es importante para aplicar el tratamiento más adecuado.
Se conoce como caries de corona el deterioro del esmalte que aparece en la zona visible del diente, aquella que se encuentra por encima de la encía. Son más comunes entre la población joven y los niños, y afecta sobre todo a los molares.
En una primera fase, la caries de corona se aprecia como una decoloración del diente que se vuelve amarillo. En un estado más avanzado, el daño se hace más evidente, con el típico color oscuro de la caries, además de otros signos característicos.
Aprovechando las pequeñas fisuras, propias de la anatomía del esmalte que cubre el diente, las bacterias patógenas presentes en la placa dental se depositan con facilidad y, poco a poco, van deteriorando la estructura del esmalte. Esto es lo que se conoce como caries de fisura.
Este tipo de caries son también comunes en las piezas posteriores y los molares, sobre todo en los jóvenes que no cuidan su higiene dental diaria.
La raíz del diente carece de la capa de esmalte que la protege del exterior. En lugar de este tejido de gran dureza, la encía actúa como escudo evitando los diferentes daños que se pueden producir en este tejido más delicado.
Sin embargo, cuando se produce una recesión de las encías, la raíz del diente puede quedar expuesta, dejando la dentina a expensas de la acción de la placa dental. Cuando las bacterias dañan esta zona, se conoce como caries radicular, siendo esta una de las principales causas de pérdida de piezas dentales.
Los espacios interproximales son los grandes olvidados en la limpieza dental. Esos huecos entre los dientes en los que suele quedar comida son los principales reservorios de placa dental, dónde frecuentemente se da lo que se conoce como caries interdentales.
El uso de cepillos interdentales y la seda dental son el mejor remedio para eliminar los restos de comida y la placa dental que se concentra donde el cepillo de dientes no llega. Cuando se produce una caries entre dos piezas dentales, la única forma de detectarla es a través de la consulta del dentista. Por este motivo es muy importante extremar la higiene, además de poner en práctica otros consejos para prevenir las caries interdentales.
Para el tratamiento de la caries existe una especialidad que se conoce como odontología conservadora. Una vez que la lesión en el diente se ha producido, es de suma importancia acudir al dentista para hacer un correcto diagnóstico y encontrar el tratamiento más adecuado.
Existen dos tipos de tratamientos para la caries: obturación y endodoncia. ¿Sabes en qué consiste cada uno de ellos? Siempre que sea posible conservar la funcionalidad de la pieza dental se optará por el tratamiento menos invasivo. Además de la intervención del dentista, el propio paciente deberá adoptar unos nuevos hábitos de higiene y los cuidados necesarios para mantener la integridad de las piezas dentales, evitando la reaparición de nuevas caries.
El flúor es uno de los ingredientes principales que encontramos en los dentífricos, colutorios y otros productos de higiene bucodental. ¿Cuál es la importancia del flúor para el cuidado de los dientes? ¿En qué cantidad debe encontrarse en una pasta de dientes para obtener el efecto deseado?
La principal función del flúor es la de remineralizar los dientes, endureciendo el esmalte para protegerlos contra la acción de la placa dental. Es beneficioso tanto para niños como para adultos. Sin embargo, para su correcta utilización es necesario saber de qué manera incorporarlo en la higiene dental diaria para aprovechar todos sus beneficios.
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El tipo de alimentos que conforman la dieta habitual de una persona puede influir tanto de manera positiva como negativa en la salud de los dientes. La dieta y la salud dental están estrechamente relacionadas. ¿Sabes cómo afectan los diferentes alimentos a la salud de tus dientes?
Analizamos cuáles son los alimentos y hábitos alimentarios que suelen provocar caries dental en la población general. También los alimentos que aportan múltiples beneficios a la salud bucodental, fortaleciendo el esmalte y controlando la formación de placa dental.
Con unos sencillos hábitos de higiene y cuidado dental diarios, es posible prevenir la caries o potenciar el efecto de los tratamientos odontológicos para mantener una boca más sana y bonita.
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