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A través de esta guía sobre el cuidado de las encías encontrarás toda la información para mantener tu boca y encías saludables. Analizamos cuáles son las principales enfermedades que afectan a las encías, cómo prevenirlas y tratarlas. Descubre cuáles son los mejores tratamientos para combatir la gingivitis y la periodontitis, y qué cuidados necesita cada tipo de encías.
Índice de Contenidos
El sangrado durante el cepillado o las encías enrojecidas e inflamadas son síntomas de enfermedad periodontal. Estos síntomas afectan a gran parte de la población, que no es consciente de la gravedad de las enfermedades periodontales como la gingivitis y la periodontitis.
¿Sabes cómo detectarlas, cómo prevenirlas y qué tratamiento seguir para proteger tus encías? El cuidado de las encías comienza por poner en práctica cada día las técnicas de higiene bucodental más adecuadas, como la mejor prevención y tratamiento para la gingivitis y periodontitis.
La gingivitis es una forma de manifestación leve de la enfermedad periodontal. Con síntomas característicos como la inflamación, enrojecimiento y sangrado de las encías con el cepillado, estas primeras manifestaciones pueden desembocar en un problema mayor cuando no son tratadas correctamente.
Ante la más leve molestia en las encías, sangrado frecuente, problemas de mal aliento y la aparición de manchas en el tejido, es necesario poner en práctica una serie de medidas para detener y tratar los problemas bucodentales.
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Conocida también como enfermedad de las encías, la periodontitis es la inflamación y destrucción del tejido periodontal que rodea al diente. Deriva de una infección de la encía no tratada, que afecta al tejido blando y puede destruir el hueso que sostiene el diente, desencadenando la pérdida de la pieza dental.
Al igual que en la gingivitis, algunos de los síntomas de la periodontitis más característicos son el sangrado, la inflamación, el enrojecimiento y la retracción de las encías. Con el paso del tiempo, de no ser tratada, el avance de la enfermedad se traducirá en la aparición de espacio entre los dientes y movilidad dental, síntomas de una periodontitis avanzada.
La principal función de las encías es proporcionar soporte y protección a los dientes. Parte de este tejido blando puede perderse, provocando lo que se conoce como retracción de las encías. Una encía retraída no supone solo un problema estético, sino también de salud cuando se relaciona con la enfermedad periodontal o malos hábitos de vida.
La recesión de las encías es bastante común, y tiene diferentes soluciones según el nivel de afección en cada paciente. Para los casos más leves, una simple limpieza permite recuperar gran parte del tejido perdido. En casos más graves, la única solución es la cirugía para reparar el daño.
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La principal causa del sangrado de encías es la presencia de una infección. Principal signo de enfermedad bucodental, el mejor remedio para tratar la gingivitis leve es recurrir a un enjuague bucal que elimine las bacterias.
Junto con un correcto cepillado, y el uso de productos especiales para el sangrado de las encías, es posible recuperar el estado de salud normal de las encías.
El color de las encías es un indicativo de salud bucal. Cuando las encías cambian de color rosado a tonos más rojizos o blanquecinos, suele estar directamente relacionado con diferentes enfermedades.
¿Qué significan las encías blancas? La acumulación de placa bacteriana, la presencia de hongos o infección por candidiasis, o una anemia ferropénica son solo algunos de los motivos del cambio de color. Para cada problema hay un tratamiento adecuado.
Conocido como raspado o alisado de la raíz del diente, el curetaje de las encías es un tipo de limpieza que se realiza por parte de un especialista en odontología como parte del tratamiento del sangrado de las encías. Esta limpieza de las encías más profunda se realiza cuando el sarro se aloja bajo el borde de las encías, provocando la inflamación de estas.
Tras el tratamiento de curetaje, y para favorecer una mejor recuperación, se recomienda utilizar un enjuague bucal que prevenga la infección y sangrado de la encía.
Uno de los mayores peligros de las enfermedades de las encías es la pérdida de piezas dentales. La periodontitis es la principal causa de pérdida de dientes en adultos, cuando la infección alcanza el hueso y los ligamentos que sujetan el diente.
Con el paso del tiempo, y debido a una gingivitis no tratada, los dientes se aflojan, llegando a un punto en el que resulta imposible recuperarlos. Por este motivo es de suma importancia detectar y tratar a tiempo los problemas de las encías.
La gingivitis gestacional es un problema bastante común en la mujer durante el embarazo. En la mayoría de los casos, deriva de un problema previo al embarazo, que se agrava en esta etapa debido a los cambios hormonales.
El sangrado de las encías en el embarazo debe tratarse correctamente con un buen cepillado y el uso de otros accesorios de limpieza bucal como colutorios, seda dental y raspador lingual para minimizar el riesgo de infección.
Los tipos de encía se diferencian según su función y el lugar que ocupan dentro de la boca. Las encías son el tejido mucoso que todos tenemos en el interior de la cavidad oral, protegiendo y dando soporte a las piezas dentales.
Según la zona en la que se encuentra, hay 3 partes o tipos de encía. Justo por encima del diente está la encía libre o marginal, siendo la primera en sufrir las consecuencias de la enfermedad periodontal. Sobre esta, está la encía adherida rodeando cada pieza dental de forma individual. En último lugar está la mucosa, la parte más blanda que queda por debajo de los labios. Eliminar las bacterias de estas 3 partes de la encía es imprescindible para que en su conjunto se mantenga siempre sana y fuerte.
Una encía sana presenta una coloración rosada uniforme. Esta debe cubrir la raíz del diente en su totalidad, con una consistencia firme y sin ningún signo de sangrado.
Cuando se produce algún tipo de enfermedad de las encías, estas cambian por completo su aspecto, presentando síntomas característicos. Las encías se ven inflamadas, con un color rojizo o una pigmentación blanquecina, además de sangrado que se acentúa al comer o al cepillar los dientes. Las encías retraídas son otro síntoma de gingivitis o periodontitis, ante el cual es necesario actuar lo antes posible para minimizar el riesgo de enfermedad periodontal.
